“Administra tus emociones con maestría, transforma tus lágrimas en madurez, emplea el caos para esculpir tu sabiduría”.
Augusto Cury (1958)
Entiende que accederás al nivel de la abundancia cuando consigas hacer mucho teniendo muy poco, y que te mantendrás pobre mientras hagas poco aunque a tu alrededor rebosen las comodidades y oportunidades.
Procura que tu próxima adquisición sea aquello que no puedes comprar; PRESENCIA.
No podrás hacerte mejor regalo.
No podrás hacer mejor regalo a los que te quieren y necesitan.
A menudo, nos embarcarnos en la búsqueda de una fuente económica lo suficientemente abundante como para sobrevivir, tener cierta estabilidad, poder permitirnos nuestros caprichitos e incluso tener un excedente por si acaso o por si me apetece aparentar algo más que de costumbre…
Si no acompañamos ese viaje con un trabajo personal paralelo, corremos el riesgo de sumirnos en la escasez emocional, y de sacrificar el mayor placer de todos; el placer de vivir.
Muchas son las personas adineradas que tras alcanzar sus objetivos financieros o materiales acaban por sentirse vacías y solas en la frialdad de sus lujos.
Riqueza en casa, pobreza en la mente.
En ese lugar que algunos denominan “la cárcel humana”, pero que otros como el nacido esclavo Epicteto calificaba como “único lugar donde el hombre posee libertad y soberanía”.
¿De qué dependerá esto?
Musonio Rufo (25-95 dC), estoico romano exiliado en diferentes ocasiones y popular por ser maestro de Epicteto nos lo respondía con su siguiente cita:
“Si tuviéramos que medir lo que es bueno por la cantidad de placer que brinda, nada sería mejor que el AUTOCONTROL.
Si tuviéramos que medir lo que se debe evitar por su dolor, nada sería más doloroso que la FALTA DE AUTOCONTROL”.
