Praemeditatio malorum o Premeditatio malorum, lo que en español entendemos como Visualización negativa, es una herramienta práctica estoica muy sencilla de utilizar y al alcance de todo el mundo, que nos ayuda a mantener un estado de calma y paz mental ante la incertidumbre del futuro.
Nuestra mente, habitualmente tiende a pasar más tiempo preocupándose por la incertidumbre del futuro que saboreando el presente. Tenemos una habilidad especial para imaginar todo tipo de problemas que podrían ocurrir, aunque en la mayoría de casos, nunca lleguen a tener lugar.
Esta tendencia natural a adelantarnos a los problemas nos acompañará siempre, pues es parte del armamento de supervivencia que la evolución ha ido desarrollando para nosotros.
Y aunque es cierto que podemos y debemos controlar en la mayor medida posible lo que pensamos mediante la práctica constante del prosoche o atención plena en el presente; lo que sería la versión estoica del mindfulness, en la meditación de hoy nos vamos a centrar en sacar el máximo provecho posible de ese viaje continuo al futuro.
La llave a esa compuerta se llama; Praemeditatio Malorum
Los estoicos recomendaban emplear esta estrategia, conocida en nuestros días como Visualización negativa, para hallar paz cuando algún evento del futuro nos esté causando mucho estrés.
Para ello, recomendaban pensar con frecuencia en los peores eventos imaginables, tratando de visualizar con todo el detalle posible aquello que tememos o que nos preocupa.
De esta manera, al visualizar a lo que nos enfrentamos, nos familiarizamos con ello y podemos prepararnos de la mejor manera posible; podemos trazar un plan y realizar todo lo que esté en nuestra mano para evitar que ocurra, o en el caso de que sea inevitable, minimizar los daños o incluso sacar provecho de ello.
“La adversidad inesperada golpea con más fuerza”.
Séneca (3-65 dC)
Podemos encontrar ejemplos estoicos en la actualidad del empleo del Praemeditatio Malorum como el inversor, autor bestseller y nº1 en el New York Times en diferentes ocasiones Tim Ferris, quien reconoce leer habitualmente la carta nº18 que Séneca escribió a Lucilio, para recordar exponerse regularmente a microdosis de evaluación de los “peores escenarios posibles”.
En esa carta, Séneca le expresa a Lucilio la importancia de testear continuamente su mente, y le invita para ello a pasar periódicamente al menos 3-4 días con lo mínimo posible, en condiciones de pobreza y preguntarse continuamente;
“¿Es esta condición lo que tanto temo?”
Tim Ferris comenzó a llevar a cabo las instrucciones de Séneca cuando temía perder todo su dinero, dando detalles sobre su práctica al respecto, y considerando esta práctica como la;
“Mejor vacuna ante la incertidumbre del futuro”.
El ex-Navy Seal Jocko Willink (1971), otro ejemplo de estoicismo práctico en la actualidad, nos cuenta como esta práctica constituye un pilar fundamental en la preparación de los equipos de Navys para la batalla.
El Praemeditatio malorum o visualización negativa , en lugar de anclarnos en comportamiento pasivos y expresiones de esperanza como “todo va a salir bien” y “tratar de cruzar los dedos ” para que todo fluya como esperamos, nos ponen en marcha.
Esta herramienta estoica nos hace ser conscientes de los riesgos reales y nos incita a tomar acción para que seamos nosotros los que hagamos que la balanza se incline hacia nuestro lado, en lugar de la fuerza del destino o la fé.
Reflexiona acerca de:
¿Qué es lo peor que podría pasar?
¿Podrías hacer algo para evitarlo?
¿Cómo podrías responder ante ello para minimizar su impacto?
¿Qué harías si ocurriera? ¿Es realmente tan trágico?¿Qué beneficio podrías sacar de ello?
¿Hay alguien que ya ha superado eso que me parece que no tiene solución?
“Afrontamos con más valentía aquello para lo que nos hemos preparado. Los que nunca se anticiparon son presa del pánico ante hechos insignificantes. Debemos asegurarnos que nada nos pilla por sorpresa. Y dado que es la falta de familiaridad la que hace a las cosas más imponentes de lo que son, este hábito de reflexión constante asegurará que no eres un novato ante cualquier tipo de adversidad”.
Séneca (3-65 dC)